Volviendo a recordar y volviendo a ser...

Algo que me puse a reflexionar en este instante es que cuantas veces podemos imaginar que nuestra vida es una película y que nosotros somos los actores principales; a mi pensar desde pequeña yo creía así, que ese era un comienzo de una historia de aventuras sin fin, historias maravillosas que podías contar y crear a cada segundo si seguías jugando hasta que claro, te llamaban a comer!, es algo gracioso pensar que todos hemos imaginado que te daban una capa o tu mismo creabas una, y podías volar sin parar tocando nubes. Es maravilloso verdad! Pero por que no seguir imaginando, porque limitarnos a pensar que la madures deja la imaginación detrás de juegos olvidados en fotografías viejas a nuestro alrededor.

La vida esta llena de magia, pero están difícil creer que aun existe. Muchas de esas cosas son personas a nuestro alrededor, objetos e incluso cosas intangibles, pero para la madures ya no existe aquello que de niños nos hizo creer que podíamos ser princesas, caballeros, hadas e incluso seres místicos. Como decía en el blog anterior "No dejemos de creer en los caminos, que podemos convertirlos en cuentos o "fabulas" como decía el autor de las palabras anteriores, que siempre hay cosas inesperadas como cuando eramos niños que nos alegraban y podíamos seguir jugando e imaginando que no había limites en nuestras vidas.